✨ Antes
El salón lucía con muebles oscuros y pesados, colores que apagaban la luz natural y una distribución que hacía sentir el espacio más reducido. Aunque contaba con un bonito detalle rústico en la viga de madera, el ambiente transmitía cierta frialdad y poca armonía decorativa.
🌿 Después
Con pequeños cambios estratégicos, el salón se transformó en un espacio luminoso, acogedor y elegante. Se eligieron tonos claros y neutros que amplían visualmente la estancia, acompañados por textiles suaves y naturales. Los nuevos muebles de líneas sencillas invitan al relax y a la conversación, mientras que las plantas y la iluminación cálida aportan vida y frescura. La viga de madera, ahora protagonista, se integra de manera perfecta en un estilo natural y atemporal que realza el encanto de la estancia.
El resultado: un salón que pasó de ser funcional pero apagado, a convertirse en un refugio cálido, moderno y lleno de armonía.
